martes, 2 de diciembre de 2008

LA AGROPLASTICULTURA EN VENEZUELA

La agroplasticultura en Venezuela: breve historia y situación actual
(trabajo de la Fundación COVEPLA)
Desde el inicio de la civilización el hombre ha empleado los recursos del suelo para conseguir
alimentos. Utilizando los medios naturales (lluvia y sol) de forma sabia y eficiente, a pesar de lo
impredecible de estos fenómenos, logró conjugar: la tierra, las semillas y su trabajo, para
obtener una gran variedad de frutos que le sirvieron de alimento. Sin embargo, al crecer las
poblaciones, demandar mayor cantidad de alimentos y hacerse más complejas las relaciones
comerciales, se añadieron otros factores como la tecnología y el financiamiento para asegurar
el éxito de las actividades agrícolas. Pero siempre quedaba la incertidumbre sobre el manejo
de los recursos naturales: el exceso de lluvias, el frío y/o la sequía, como factores limitantes del
éxito. Así luego de casi 6.000 años de agricultura surgió la agroplasticultura, como una
respuesta tecnológica para que el productor agrícola pueda alcanzar el dominio sobre los
factores medio ambientales.
A partir de la década de los años cincuenta del siglo pasado se inició la agroplasticultura con el
uso de películas plásticas para proteger estructuras sencillas de madera, específicamente con
celofán y después para cubrir suelos, en los Estados Unidos, gracias a los ensayos realizados
por el Profesor E. M. Emmert. Luego en la década de los sesenta se utilizó por primera vez el
PE como techo para proteger los cultivos de las bajas temperaturas, iniciándose así la era de
los invernaderos con techos plásticos. Paralelamente en Japón se utilizaron los primeros
techos con PVC para invernaderos donde se cultivaban hortalizas diversas.
El adelanto de la tecnología para utilizar los plásticos para beneficio de la agricultura se
extendió rápidamente por diferentes países de América, Europa y Asia, aplicándose en
acolchado de suelos, sistemas de riego, cubierta de techos para invernaderos, conservación de
pastos y granos, desinfección de suelos, cultivos en minitúneles, impermeabilización de
lagunas, agroempaques y agroembalajes y muchas otras aplicaciones. Actualmente se
consumen más de 12 millones de ton anuales de plásticos para uso agrícola en toda la Tierra.
En Venezuela el año cero para la agroplasticultura tecnificada comenzó en 1983, cuando la
empresa Polímeros del Lago, empresa mixta, filial de Pequiven, fabricante de la resina de
polietileno de baja densidad (PEBD), organizó un Departamento Agrícola, para desarrollar las
aplicaciones de los plásticos para la agricultura y llevar esta tecnología al campo venezolano.
Para tal fin se trajo a nuestro país a un especialista internacional, el Dr. Jean Hanras, Asesor
de las Naciones Unidas (ONUDI), quien realizó un completo diagnóstico de la situación agrícola
nacional y recomendó el desarrollo de varias aplicaciones adaptadas a nuestras condiciones
tropicales. El equipo de Polímeros del Lago, a cargo del Ing. Ernesto Herrera, realizó entonces
una importante labor al desarrollar los primeros plásticos tropicalizados para uso agrícola, en
formulaciones especiales, con el nombre comercial de Lagilene, para: acolchado de suelos,
techos para invernaderos y tuberías flexibles para riego. Los filmes agrícolas en aquel tiempo
eran solo del tipo monocapa y con aditivos básicos, para protegerlas de las radiaciones
ultravioletas del sol. Luego de una interrupción en este proyecto de unos cuantos años,
nuevamente la empresa Polímeros del Lago promueve la reactivación de los trabajos iniciales
en plasticultura y encargó a Indesca, empresa de investigación y desarrollo de los plásticos en
Venezuela, la tarea de formular nuevos materiales plásticos para uso agrícola, probarlos en el
campo y luego difundir las aplicaciones. Así en el año 1990 se inició la segunda etapa del
proyecto de agroplasticultura. En esta nueva etapa se desarrollaron los primeros filmes
multicapa para acolchado blanco/negro y plateado/negro en Venezuela, películas especiales
coextrudidas tricapa para invernadero con aditivos del tipo HALS (aminas estéricamente
impedidas) y otros aditivos para funcionalizar el PEBD; mezclas de PEBD y PELBD para
sistemas de conducción de agua; sacos agrícolas y filmes para conservación de pastos y
granos. Más adelante se incorporaron las resinas de: PEAD (polietileno de alta densidad), en
mallas, tuberías, geomembranas y agroempaques y luego el PELBD (polietileno lineal de baja
densidad) con la creación de la empresa POLINTER (Poliolefinas Internacionales, C. A.), que
también mantuvo un apoyo decidido al Proyecto de Plasticultura. Más tarde se crea CORAMER
(Corporación americana de Resinas, C. A.), la empresa comercializadora de todas las resinas
fabricadas en el Complejo Petroquímico Zulia de El Tablazo y se introduce, definitivamente en
el desarrollo del Proyecto Plasticultura, al polipropileno (PP), en aplicaciones como: sacos de
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rafia, telas tejidas y no tejidas y también el polivinil cloruro (PVC), en sistemas de drenajes,
cables recubiertos y madera plástica, entre otras aplicaciones.
En la actualidad, el Proyecto de Plasticultura, iniciado por Polímeros del Lago y que luego
recibió el apoyo decidido de POLINTER, ha seguido su camino de desarrollo, a cargo ahora de
CORAMER (Corporación Americana de Resinas, C. A.), contando con la ayuda de la
Fundación COVEPLA (Comité Venezolano de Plásticos en la Agricultura) y reforzado por la
ayuda de las Empresas Mixtas, fabricantes de las resinas de PE, PP, POLINTER y
PROPILVEN y el PVC de PEQUIVEN.
Para el año 2007 se espera un consumo cercano a las 25.000 ton de materiales plásticos para
uso agrícola en Venezuela, casi un 90% de origen nacional. Se cuenta con más de 500 ha de
cultivos protegidos, tanto con techos de polietileno, como con mallas y otros materiales. Se
tienen más de 50.000 ha regadas con sistemas de goteo y se dispone de formulaciones
especiales para controlar la radiación solar, disminuir el ensuciamiento de los techos y prevenir
los efectos de la condensación interna de la humedad en los invernaderos. También se tienen
formulaciones para flores, plantas ornamentales y cultivos hortícolas. Las aplicaciones en
geomembranas para impermeabilizar lagunas se han multiplicado.
Se puede decir que en apenas 23 años de agroplasticultura en Venezuela se han desarrollado
todas las aplicaciones de los agroplásticos, que sirven para controlar definitivamente los
factores medio ambientales adversos. Con el uso de los agroplásticos la producción de
hortalizas se puede multiplicar por diez, así como las ganancias del productor agrícola,
convirtiéndose en seguro proveedor de frutos en beneficio del consumidor final.
El gran reto de hoy se traduce en: la masificación de estas tecnologías, ponerlas al alcance de
los productores agrícolas de nuestro país, para que fortalezcan la soberanía alimentaria de
Venezuela, preservando el medio ambientes y desarrollando una agricultura sostenible y
desarrollar al nuevo productor agrícola venezolano, que maneje y utilice exitosamente estas
tecnologías..
El siglo XXI debe ser el marco de tiempo para que se transforme la agricultura venezolana y
con la ayuda de la agroplasticultura y de las nuevas técnicas agrarias se logre dignificar al
productor agrícola y convertirlo en un elemento clave para nuestra economía. Para eso se
cuenta con el decidido apoyo de CORAMER, la Fundación COVEPLA y las Empresas Mixtas
de Pequiven que junto con el dinámico sector transformador de plásticos de Venezuela están
dispuestas a darle la mano a la agricultura nacional y llevarla definitivamente hacia el nuevo
milenio.
Moderno complejo de invernaderos que forma parte del Centro de Investigaciones de la Fundación
Covepla conjuntamente con la Facultad de Agronomía de la UCV, en Maracay.
http://74.125.45.132/search?q=cache:PPgT-5bOypwJ:www.fundacioncovepla.org/La_agroplasticultura_en_Venezuela__
para_Avipla_.pdf+
HISTORIA+DE+LA+AGRICULTURA+VENEZOLANA
&hl=es&ct=clnk&cd=59&gl=ve

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